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Construcción De La Imagen Corporal, En La Contemporaneidad. Y Su Relación Con La Anorexia

La construcción de la imagen corporal ideal está enmarcada en un sistema de creencias, valores y patrones estéticos característicos de nuestra sociedad occidental; en donde el estándar de belleza promueve una silueta corporal delgada, está es percibida como el ideal hacía el éxito, atractivo, poder, valía, e inteligencia. Al mismo tiempo, nuestra cultura homologa negativamente la gordura con enfermedad, fealdad, flojera, incapacidad e ineficiencia, y discrimina a los sujetos con sobrepeso u obesos.

 

En la actualidad, el perfecto dominio corporal se logra mediante el fomento del autocontrol y la disciplina, cultivados particularmente en los ámbitos de la alimentación, ejercicio físico y deporte, cuidado estético y sexualidad. La relevancia otorgada al cuerpo se refleja especialmente a través de los medios de comunicación, el mundo del espectáculo, el ocio, el deporte y la publicidad, instancias que le adjudican a éste ciertas cualidades como juventud, belleza, sensación de higiene, seducción y aspecto deportivo y que habitualmente es discordante y alejada de lo habitual. La obsesión narcisista por el cuerpo está orientada al esteticismo y consumo. Así, el cuerpo en sí mismo se ha convertido en símbolo de estatus, juventud, salud, energía y movilidad, una vez que se ha disciplinado por la dieta y los ejercicios convenientes.

 


De manera vertiginosa, en nuestra sociedad contemporánea, las condiciones socioeconómicas y nutricionales se han modificado drásticamente en todos los países industrializados. Como consecuencia, se ha incrementado significativamente la obesidad y trastornos de la conducta alimenticia. Simultáneamente las presiones sociales y culturales para mantener una silueta corporal delgada han aumentado significativamente.

 

Se ha llegado a concebir  un marco social en el cual se valora y  evalúa constantemente el aspecto físico, menoscabo otros atributos  como los espirituales e intelectuales. La exigencia y bombardeo de los medios, publicitarios, resulta ambigua; en el sentido de llegar a confundir y solapar los estereotipos establecidos de belleza y éxito, esto resultando muy difícil soslayarla; sobretodo, para adolescentes y mujeres que pertenecen a los denominados grupos de riesgo, en los cuales se resalta el cuerpo delgado, tales como modelos, gimnastas, bailarinas, y adultas jóvenes.

 

Estas presiones sociales se justifican en el ejercicio del control corporal, favorecido por una amplia oferta de productos dietéticos, gimnasios e innumerables métodos para adelgazar, que se ofrecen persistentemente en el mercado. El paso, por consiguiente, de la disposición a mantener la línea a un trastorno del hábito del comer, es muy sutil y difuso.

 

Los factores socioculturales constituyen unos de los aspectos fundamentales en el desarrollo de los estereotipos corporales. Entre los atributos inherentes que la sociedad y la cultura ostentan se encuentran fundamentalmente:

  1. El modelo cultural de belleza de nuestra sociedad occidental contemporánea
  2. Los patrones estéticos
  3. La clase social
  4. El mundo del modelaje
  5. Los medios de comunicación
  6. La publicidad
  7. El culto narcisista al cuerpo.

Todo este contexto predispone al desarrollo de los trastornos  de la conducta alimenticia, entre los más drásticos con consecuencias fatales, encontramos la anorexia nerviosa. 

 

Según la Clasificación Internacional de las enfermedades (CIE 10),  define la Anorexia Nerviosa: como un trastorno caracterizado por la presencia de una pérdida deliberada de peso inducida o mantenida por el mismo enfermo. Las persona que lo manifiestan, también pueden tener algunos de los síntomas de la  Bulimia Nerviosa, la misma se  caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos y preocupación excesiva por el control del peso corporal. 

 

El inquietante y mantenido incremento de las patologías alimentarias pareciera estar relacionado con una sociedad en la que se utiliza el cuerpo como un pasaporte al logro de un estatus social, y la figura esbelta se valoriza como totalmente positivo.

Algunos elementos como la cosmetología y la cirugía estética, favorecen de igual forma la aparición de los progresivamente más frecuentes trastornos dismórficos corporales. 

 

Es claro identificar la alteración de la percepción de la imagen corporal, en las patologías alimentarias. La imagen corporal es una representación del cuerpo que cada persona construye en su mente (Raich, 2000) y la vivencia que tiene del propio cuerpo (Guimón, 1999). Una cosa es la apariencia física y otra distinta la imagen corporal, por ejemplo, personas con una apariencia física que se aleja de los cánones de belleza pueden sentirse bien con su imagen corporal y de modo contrario, personas socialmente evaluadas como bellas pueden no sentirse así. La apariencia física es la primera fuente de información en la interacción social.  

 

Así pues, la imagen corporal se compone de tres variables (Cash y Pruzinsky, 1990; Thompson, 1990). 

 

Aspectos perceptivos: Precisión con que se percibe el tamaño, el peso y la forma del cuerpo, en su totalidad o sus partes. Las alteraciones en la percepción pueden dar lugar a sobreestimaciones o subestimaciones.

 

Aspectos cognitivos-afectivos: actitudes, sentimientos, pensamientos, valoraciones que despierta el cuerpo, su tamaño, su peso, su forma o algunas partes de él. Desde el punto de vista emocional la imagen corporal incorpora experiencias de placer, displacer, satisfacción, disgusto, rabia e impotencia.

 

Aspectos conductuales: conductas que se derivan de la percepción y de los sentimientos asociados con el cuerpo. Puede ser su exhibición, la evitación, la comprobación, los rituales, su camuflaje. La percepción, la evaluación, la valoración, la vivencia del propio cuerpo.

 

Está relacionada con la imagen de uno mismo como un todo, con la personalidad y el bienestar psicológico, la imagen corporal es el modo en el que uno se percibe, imagina, siente y actúa respecto a su propio cuerpo.

 

La imagen corporal se va construyendo a través de la mirada del bombardeo, de medios de comunicación; hay pues una internalización de las presiones socioculturales las cuales generan consecuencias negativas y distorsionadas en los cuerpos femeninos, especialmente en mujeres adolescentes y adultas jóvenes en riesgo para desarrollar TCA.

 

Recomendaciones:

  • Cuidar la sensación de bienestar que se tiene con el propio cuerpo
  • Mantener una autoestima alta; procurando dirigir nuestra atención a nosotros mismos y evitando compararnos con otros
  • Crear estrategias de prevención primaria y psicoeducación para manejar en un estilo más sano los mensajes mediáticos enfocados en la perfección corporal.

Conoce más en: 

  • La construcción cultural del cuerpo: El paradigma de los trastornos de la conducta alimentaria. Rev. chil. neuro-psiquiatr. [online]. 2010, vol.48, n.4, pp.319-334. ISSN 0717-9227.  http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272010000500007.

  •  Percepción de la imagen corporal  Salaberria, Karmele; Rodríguez, Susana; Cruz, Soledad UPV/EHU. Fac. de Psicología. Dpto. de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Avda. de Tolosa, 70. 20018 Donostia- San Sebastián Recep.: 30.11.06

 

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Psic. Blanca Cristina García Jiménez. Psicóloga investigadora en la Clínica e Investigación Cognitiva (CLIIC Morelia)

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