· 

¿Frustración o enojo?

 

 Las emociones son como una columna vertebral que guía la vida de cada uno de nosotros. Sin embargo, cuando hablamos de frustración y enojo, es necesario hablar de su control para un manejo adecuado ante diversos estímulos que las provocan, esto, debido a las implicaciones que conllevan estas emociones.

 

 

 

De manera general Aguilar (2005), menciona que es fundamental, acerca de las emociones, reconocerlas, aceptarlas y manifestarlas de una manera adecuada, funcional, pues de lo contrario pueden constituir  un factor propiciante de la desadaptación, desórdenes mentales y enfermedades físicas. 


Por eso, hablaremos de dos de las emociones más fuertes, o negativas: Frustración y enojo.

 

 

Frustración: este término se refiere a un estado emocional que surge cuando un individuo se ve privado de la satisfacción de un deseo, defraudando con esto sus expectativas.

 

Esta emoción es desencadenante de otras emociones como la ansiedad, rabia, depresión, angustia, ira. Todas ellas negativas. De esta forma, algunas reacciones ante la frustración son: ataques o agresión, huida y retirada, y acuerdo y sustitución.

 

También existe cada vez que el organismo encuentra un obstáculo en la vía que lo conduce a la satisfacción de una necesidad que es considerada como vital.

 

Así, estas fuentes pueden ser:

 

  • Internas: generadas por factores existentes dentro de la propia persona, que impiden la satisfacción de ciertas necesidades, por ejemplo, características físicas, inteligencia limitada, ect.
  • Externas: donde se encuentran las personas que nos rodean desde nuestro nacimiento, y que durante la socialización, generan situaciones que nos conducen a la frustración.

 

 

 

Corman (1977), hace una distinción entre la frustración normal y la patológica, siendo la primera, necesaria para la  supervivencia  y cotidianidad, y la segunda, impidiéndola, debido a que excede las posibilidades de adaptación, pues origina un impulso a agredir.

 

Un individuo puede estar motivado a agredir cuando:

 

  •  La meta bloqueada es muy importante
  • La respuesta queda bloqueada por completo
  • Han quedado frustradas varias respuestas encaminadas a una menta

 

 

 

Enojo: el gran conflicto con el enojo es qué hacer con él y con las situaciones que provoca, pues normalmente el primer impulso, es desquitarse, lo que genera resentimiento y un marco inadecuado para la resolución del conflicto.

 

Este surge cuando tenemos la sensación de haber sido perjudicados en lo propio y conforma una reacción de irritación desencadenada por la indignación. También se presenta cuando se ve frustrado o impedido un objetivo.

 

Berkowitz (1993), menciona que el enojo tiene inicio en un evento no placentero, lo que provoca reacciones fisiológicas internas, reacciones motoras involuntarias, cambios faciales, pensamientos y recuerdos que llegan en el momento del evento no placentero, pudiendo ser exteriorizados en formas, actitudes y conductas que pueden tener el éxito deseado.

 

Al mismo tiempo, el enojo sirve para dar una impresión a los otros y para mantener el orden social, además de revelar el intento de una persona para que otra cumpla con las normas socioculturales o personales.

 

Sánchez Aragón y Sánchez Ruiz, (2009), lo definen como  una emoción en la que se siente impotencia, coraje, desvalorización, mal humor, irritabilidad y odio. Es aquí donde empiezan los pensamientos rumiantes acerca de cómo vengarse, acerca de la traición y los sentimientos, y se trata de resolver la situación, siendo otro camino muy común, el bloqueo de todo pensamiento y emoción acerca del suceso, evitándolo.

 

Sus conductas más comunes son: gritar, golpear, ser agresivo, insultar, estallar, reaccionar, discutir, lanzar objetos, pelear, pero también, buscar la calma, aislarse y guardar silencio.

 

La mejor manera de controlar las emociones es a través de la regulación emocional, que son los intentos que hacemos para influenciar nuestras emociones, cuándo tenerlas y cómo experimentarlas o expresarlas.

 

En el próximo blog hablaremos de la regulación emocional.

 

Conoce más en: 

Sánchez Aragón, R., & Díaz-Loving, R. (2009). Identificación de las estrategias de regulación emocional para la frustración y el enojo mediante una medida psicométrica. Revista mexicana de investigación en psicología , 1 (1).

 

 Recuerda que puedes dejarnos tus comentarios. También puedes dejar un medio de contacto en caso de que te interese recibir más información o iniciar un proceso terapéutico. 

 

 

Lic. Alondra Paola Tolentino Magaña  . Terapeuta asociado en la Clínica e Investigación Cognitiva (CLIIC Morelia)

Escribir comentario

Comentarios: 0