· 

La importancia de tener buenos hábitos de sueño.

Dormir tiene una enorme relevancia en la vida diaria de las personas, siendo un elemento central para el mantenimiento del organismo y de la salud. Para Aguirre y Cols (2014) la distribución promedio de horas necesarias para un adecuado estado de vigilia, se ha descrito entre 7 a 9 horas, destacando además que la calidad del sueño involucra más que solo las horas dormidas.

 

La buena calidad de sueño tiene un gran impacto en la vida diaria, pues del dormir bien y de manera continua durante la noche dependerá el tener un buen funcionamiento durante el día. A pesar de esto, los patrones de sueño suelen ser los primeros en verse modificados y/o sacrificados para la realización de diversas actividades escolares, laborales o simplemente recreativas.

 


El tener malos hábitos de sueño afecta el desarrollo y funcionamiento normal del individuo en relación a su calidad de vida; viendo perjudicado su rendimiento laboral y/o escolar, así como comprometer su seguridad respecto a la disminución en la capacidad de alerta y nivel de atención. De esta forma, queda entendido que una buena calidad de sueño no describe solamente la capacidad para dormir bien durante la noche, también hace referencia al buen funcionamiento diurno.

 

La higiene del sueño puede verse afectada por hábitos inhibidores como el consumo de alcohol, cafeína y tabaco. Un estudio realizado por Sierra y Cols (2002) demuestra que el uso excesivo de alcohol, cafeína y nicotina provoca alteraciones del sueño, tales como: aumento de la latencia, despertares nocturnos, reducción del tiempo total de sueño y pobre calidad autoinformada del sueño. Los autores añaden además que los efectos mencionados no se muestran de forma tan marcada en consumidores sociales, pero no por esto están libres de afecciones; el consumo diario habitual no excesivo de alcohol, cafeína y tabaco, provoca una mala calidad del sueño, un mayor número de perturbaciones y disfunción diurna.

 

La falta de sueño suele verse como un factor predictivo de enfermedad, e incluso asociarse a muchas enfermedades médicas y psiquiátricas; a pesar de su relevancia clínica es frecuente que su gravedad pase inadvertida, impidiendo tomar medidas adecuadas para su tratamiento. Para Sarrais y De Castro (2007) la mayor parte de los insomnios son secundarios a otras patologías, de modo que es de importancia reconocer cuando la mala calidad del sueño corresponde a malos hábitos (insomnio primario) o este es parte de alguna enfermedad orgánica (insomnio orgánico).

 

También es de importancia mencionar que no es recomendable acudir directamente a la ingesta de fármacos como primera opción, cuando se presenten problemas de sueño; por lo general el uso fármacos hipnóticos suele recomendarse únicamente bajo un protocolo de actuación según la gravedad y características del insomnio. Hay que recordar que para un correcto tratamiento es necesaria la intervención de un profesional que realice un diagnóstico acertado y fundamentado en el historial clínico del paciente en concreto. Existen técnicas de terapia conductual y de higiene del sueño que han demostrado una eficacia a largo plazo sin necesidad de fármacos.

 

A continuación se presentan algunas recomendaciones que usted puede fácilmente poner en práctica, para mejorar su calidad de sueño.

 

 

  • Controlar el consumo de alcohol, cafeína y nicotina. Sobre todo en lapsos cercanos a sus horas de sueño.
  • Puede optar por el consumo de infusiones relajantes como la pasiflora, tila y valeriana.
  • Intentar mantener en la medida de lo posible, un horario establecido para su hora de dormir (7 a 9 horas).
  • Incluir en su rutina diaria, cualquier actividad física o deportiva a su elección.

 

Conoce más en:

 

Aguirre, A. Reyes, G. Martínez, B. Caballero, M. Sánchez, C. Silíceo, J. I. (2014). Characterization Of Sleep Pattern In Students Of The University Of Quintana Roo. Revista Salud Quintana Roo. Vol. 7 No. 29, p. 16-20.

 

Sarrais, F., & de Castro Manglano, P. (2007). The insomnia. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 30 (Supl. 1), 121-134. Recuperado en 13 de septiembre de 2017, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000200011&lng=es&tlng=en.

 

Sierra, J. C. Jimenez, C. Martin-Ortiz, J. (2002). Calidad del sueño en estudiantes universitarios: Importancia En La Higiene Del Sueño. Salud Mental. Vol. 25, No. 6, p. 36-43.

 

 

Recuerda que puedes dejarnos tus comentarios. También puedes dejar un medio de contacto en caso de que te interese recibir más información o iniciar un proceso terapéutico. 

 

 

Psic. Miguel Coria Guerrero. Terapeuta asociado en la Clínica e Investigación Cognitiva (CLIIC Morelia) 

Escribir comentario

Comentarios: 0